El blog que hoy se inicia pretende ser una ventanita dónde los afectados de Lupus puedan asomarse para recibir un soplo de aire que les llene de esperanza.
Recuerdo perfectamente como si fuera hoy (y de esto hace ya siete años), el momento en el que se me informó que padecía un Lupus Eritematoso Sistémico. En ese primer instante, me sentí abrumada por la incertidumbre de padecer algo totalmente desconocido para mi. Ni tan siquiera había escuchado el nombre de la enfermedad en ninguna ocasión. Si os soy sincera, necesité unos días para aprenderme el nombre completo del tirón.
Después que mi doctora de cabecera "bautizara" lo que me estaba pasando, las preguntas se agolparon rápidamente en mi cabeza. Exigía respuestas convincentes a aquel jarro de agua fría que me había tocado recibir. ¿Cómo era posible que estuviera enferma si siempre había estado sana? ¿Es una enfermedad con cura? ¿Estarán investigando acerca de su curación? ¿De dónde viene? ¿Puede afectarme en mi día a día?... Las incógnitas crecían, no se acababan. Y todo, ante una doctora que me observaba impasible después de darme la inesperada noticia. Sólo supo darme vagas respuestas a mis inquietudes. De nada me servía lo que la ciencia decía.
Probablemente fue mi inconformismo y esa fuerza interna que me ha caracterizado siempre, la que me impulsó a salir de esa consulta con una sola convicción: Todo tiene que tener una explicación. Y hasta el día de hoy, he llevado a cabo una búsqueda que me ha hecho entender que por encima de todo existe la Aceptación de lo que te está pasando. Porque la Paz te da tranquilidad y la tranquilidad recobra tu Salud. Esa es la base principal de tu mejora. La tranquilidad de confiar en la Vida y en las immensas posibilidades del Ser Humano. Yo no nací con un Lupus, al igual que tú, por esa razón, no debemos vernos condenados por ese Lobo Solitario en el que día tras día nos vamos convirtiendo. Porque nos estigmatizamos, porque vivimos con miedo, porque nos negamos a vivir una Vida plena que nos pertenece por derecho, con todas sus ALEGRÍAS, no sólo con penas.
Si yo salí de mis monumentales brotes, TÚ TAMBIÉN PUEDES. Sólo debemos confiar en nosotr@s y en las herramientas que compartiré a través de mi blog y facebook.
Si deseas ponerte en contacto conmigo porque necesitas ayuda, no dudes en escribirme a: lupusmaestrodevida@gmail.com
Seguimos caminando...
Hola, es bien difícil saber que mi hija tiene la enfermedad, han sido 4 años con altibajos, el lobo manifestándose, viviendo con la tristeza de esa realidad; y hasta hoy hemos luchado en esta batalla, que según dicen los médicos va a ser toda la vida, somos guerreras atancando y defendiéndonos con la medicación, la vida saludable, pensamientos positivos y también instinto de saber tomar las mejores decisiones en cada momento.
ResponderEliminarAnimo mariposas, soy Elizabeth y mi hija Sofia
Buenas tardes Elisabeth, fíjate que ese lobo lo que quiere es que perdamos todas nuestras fuerzas en la batalla. Al principio, yo también hacía mucho hincapié en luchar en contra de algo, llámese Lupus, llámese destino, enfermedad, mala suerte... el caso era no estar en Paz conmigo mismo y con lo que me estaba pasando. Tal y como comento en mi primer artículo, el Aceptar esta situación con humildad, que no con resignación, os abrirá el corazón a otras experiencias que aún no habéis descubierto. Os aseguro que la enfermedad experimentada es un viaje emocionante donde, después de unos cuantos "cursos", acabarás agradeciendo que haya pasado por tu Vida. Toda experiencia conlleva un aprendizaje. Quizás, deciros esto ahora es muy atrevido e incluso podría herir alguna sensibilidad. Pero hablo con conocimiento de causa, porque he sido una paciente rebelde, muy rebelde, y lo único que me ha funcionado después de unas cuantas lecciones, son estas pequeñas pinceladas que os iré mostrando en mi blog. La Aceptación, amigas, es la base. Recibid mi Apoyo en la distancia. Tod@s somos un@
ResponderEliminarPero como aceptamos algo que no sabemos cuando ataca? Y cuando lo hace es un huracán que te deja sin fuerzas? Yo intento seguir como sino pasará nada pero siempre hay detalles insignificantes que me recuerdan que está ahí y hacen que me descoloque.
ResponderEliminarGracias por tu reflexión Vanessa, seguro que más de una persona piensa lo mismo que tú. En primer lugar, felicitarte por haber hecho un acto de sinceridad contigo misma. Con la llegada de una enfermedad no solemos pararnos y reflexionar acerca de las causas que la han provocado (por mucho que nos digan que "aparentemente" no hay un origen específico, lo hay, todo tiene un por qué). En cuanto a tu sentir, entiendo que intentes superar el Lupus mirando para otro lado pero, creeme, es beneficioso para ti ser responsanble y parte activa en tu proceso e indagar un poquito más por qué te ha tocado vivir todo esto y no a otra persona... No puedes darle la espalda a tus síntomas porque están ahí para enseñarte algo: amarte más, respetarte, tomar decisiones importantes de inmediato... te resuena algo Vanessa? Ya te digo que hace falta mucha valentía para detectar aquello que no nos gusta de la vida que llevamos y cambiarlo radicalmente, porque sino lo hacemos la salud se encarga de recordárnoslo. Y, en nuestro caso, es evidente. Cuando hablo de Aceptación es confiar en el proceso de la Vida y saber a ciencia cierta que tu Lupus es lo mejor que te podía haber pasado. Aunque ahora mismo te choquen mis palabras, con el tiempo te darás cuenta que tu enfermedad te ha hecho apreciar la Vida y con ello tu familia, tus amigos... Todo tiene marcha atrás. Tu Lupus no va a ganarte la partida siempre y cuando tu creas en ti Vanessa. Un abrazo de corazón compañera
ResponderEliminar