martes, 15 de noviembre de 2016

LA MEDICACIÓN: AYUDA O TRABA?

La enfermedad suele debutar de forma dolorosa. Nadie la espera con los brazos abiertos. Por si fuera poco, ese debut espontáneo acostumbra a ir acompañado de un tándem  impertinente: el diagnóstico que te niegas a aceptar y un cargamento de medicamentos con nombres difíciles de recordar.

El shock inicial al que estamos expuestos todos los pacientes hace que nos embargue el pánico y queramos buscar una solución de inmediato. Ante tal desconcierto, nos tomamos sin reparos toda la lista de medicamentos que nos recetan para paliar los síntomas y digo “paliar” que no es curar. 

En los inicios de mi Lupus fui tratada con cantidades ingentes de corticoides, los cuales iban de la mano de inmunosupresores varios y esos extraños antipalúdicos con los que tratan principalmente la malaria. “¿Malaria? Si yo tengo Lupus!” Me decía… Fueron estos últimos, los que durante un año me ocasionaron serios problemas para ir al baño con la frecuencia deseada. Yo no paraba de repetirle a mi médico que me causaban un estreñimiento al que yo no estaba habituada, a lo que el facultativo le restaba importancia porque creía más importante atacar el Lupus con ese fármaco que no que evacuara a diario. De entrada, eso ya me pareció chocante. ¿Cómo era posible que si yo le estaba planteando un problema más o menos grave, como es el de expulsar con regularidad los desechos que genera mi cuerpo, el facultativo no quisiera admitir esa realidad paralela que me estaba afectando?  Hablo con conocimiento de causa porque poco después de que otro especialista me retirara el antipalúdico en cuestión, esos inconvenientes desaparecieron.



Y… ya que estamos puestos, ¿por qué no hablar de los temidos corticoides? Seguro que los has tomado. Además de la hinchazón evidente que causan, siempre he pensado que estaban detrás de mi caída progresiva de cabello. Por no decir que son un manjar exquisito para las cándidas, esas enemigas silenciosas que la mayoría de nosotras sufrimos en silencio, como las hemorroides jajaja. Pero lo más importante y que quizás no sabes es que están evitando que tu organismo absorba las dosis de calcio necesarias. La cortisona en dosis altas o continuas causa osteoporosis, reducen la absorción de calcio en el intestino delgado.

Por si fuera poco, todos los medicamentos convierten el organismo en ácido, un entorno que para nada es propicio para nuestra recuperación. Lo ideal sería que nuestro cuerpo fuera ligeramente alcalino, pero habitualmente consumimos productos cárnicos,  lácteos, alimentos procesados y refinados con los que esa meta se hace inalcanzable. Si  a esto unimos la ingesta de sustancias tóxicas como las bebidas alcohólicas o el tabaco, más los condimentos o los inevitables fármacos, la acidez cada vez ganará más terreno. La acidosis obliga a los pulmones y a los riñones a trabajar a toda máquina para intentar reestablecer nuestro estado natural, la Salud. Si a eso le sumamos que el Lupus afecta principalmente a estos órganos no es difícil de imaginar que no nos favorecerá para nada esa alimentación, al contrario, dificultarán nuestra ansiada recuperación. Me parece muy interesante y completo el artículo que os adjunto, por si queréis ampliar información al respecto.

Con este artículo, simplemente he querido que tengáis un poquito más de información sobre lo que estamos tomando, lo que no quiere decir que se deba dejar bajo ningún concepto la medicación, que hace su función. Podemos compensar ese "desequilibrio" cuidando nuestra alimentación para que así vayamos reestableciendo poquito a poco nuestro organismo. No lo empeoremos más.

https://loquepodemoshacer.wordpress.com/2010/10/24/manten-tu-cuerpo-alcalino-y-no-solo-mantendras-tu-salud/

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